La dirección de orquestas es una vertiente de la música que durante siglos estuvo vetada a mujeres. A diferencia de la composición o la interpretación, ser directora suponía ocupar un puesto de poder que implicaba dirigir a otros músicos, algo que muchos hombres no estaban dispuestos a permitir. Aunque ya en el siglo XIX algunas pioneras, como Juliette Folville, consiguieron ponerse al frente de grandes orquestas y romper este techo de cristal, el acceso a estos puestos no comenzó a extenderse hasta el siglo XX. Pese a los avances conseguidos desde entonces, aún a día de hoy la mayoría de las grandes orquestas del mundo están dirigidas por hombres. En el caso de España, la primera mujer en dirigir una gran orquesta fue Elena Romero Barbosa (1907-1996).
Romero se adentró en el mundo de la música a través del piano. Procedente de una familia acomodada, recibió las primeras lecciones de este instrumento de su madre. Con doce años dio su primer concierto en el Círculo de Bellas Artes de su Madrid natal, al que siguieron otros recitales por toda la geografía española. Estas actuaciones ocurrieron mientras la joven seguía formándose. Para perfeccionar su técnica pianística acudió a la Academia Marshall en Barcelona, donde fue alumna del propio Frank Marshall. En la ciudad condal también estudió composición junto a Ricard Lamote de Grignon, hijo del también compositor Joan Lamote de Grignon.
Tras pasar la Guerra Civil en Barcelona, en 1944 regresó a Madrid, donde se centró en los estudios de composición, esta vez junto a Joaquín Turina y Julio Gómez. Paralelamente, Romero se formaba de manera autodidacta en la dirección orquestal. Aunque no recibió una educación formal en esta disciplina, la compositora contaba con los consejos de sus amigos, entre los que se encontraban grandes figuras como Ataúlfo Argenta, por aquel entonces director de la Orquesta Nacional de España.
De las tres facetas musicales de Romero —interpretación, composición y dirección—, la dirección orquestal era la que más le atraía. Sin embargo, la compositora, que había vivido la Guerra Civil en el bando republicano, era consciente de lo difícil que sería ejercer esta profesión siendo mujer bajo el régimen franquista. Renunció a ocupar puestos institucionales, con lo que consiguió esquivar el escrutinio de las autoridades. A pesar de este perfil bajo, Romero llegó a dirigir la Orquesta Sinfónica de RNE (actual Orquesta Sinfónica de RTVE) y la Orquesta Ciudad de Barcelona (actual Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña).
Como compositora, Romero escribió más de 60 obras, que abarcan desde pequeñas piezas camerísticas hasta música sinfónica. Contribuyó a difundir la obra de Manuel Machado y Juan Ramón Jiménez poniendo música a algunos de sus poemas. Fue merecedora de los premios Pedrell (1955) por el ballet Títeres y BBC (1976) por su Ensayo para orquesta sobre dos canciones sudafricanas. En cuanto a la interpretación, Romero se esforzó en dar a conocer la música de autores de la Generación del 27 tanto en giras españoles e internacionales como a través de la radio.
El camino de Romero hacia las grandes orquestas que dirigió no fue sencillo. Para facilitar este proceso a las generaciones siguientes, la compositora colaboró activamente con la Asociación Mujeres en la Música, de la que fue nombrada socia de honor.
Referencias:
Fundación Juan March. (Sin fecha). Archivo Elena Romero. Consultado el 26 de noviembre de 2022. https://www.march.es/es/legado/archivo-elena-romero
García Julve, B. (2017, 14 de marzo). Elena Romero Barbosa, la primera directora de orquesta en España. Biblioteca Nacional de España. https://www.bne.es/es/blog/blog-bne/elena-romero-barbosa-la-primera-directora-de-orquesta-en-espana
Marín Gil, J. (2021, 18 de noviembre). Una batuta y Elena Romero Barbosa, la historia de una mirada inspiradora. Universidad de Granada – Estudios de género aplicados a la música. https://blogs.ugr.es/musicaygenero/una-batuta-y-elena-romero-barbosa-la-historia-de-una-mirada-inspiradora/
Redacción y edición: S. Fuentes