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Notas al programa

Webenau, primera alumna de Schoenberg

Según algunas fuentes, cuando Arnold Schoenberg empezó a admitir alumnos en lecciones privadas, la primera en tener ese privilegio fue Vilma Webenau (1875-1953). La compositora y pianista estudió con el músico austriaco armonía, composición y contrapunto. Aunque esta formación comenzó en Viena, cuando Schoenberg se marchó a Berlín en 1901 Webenau siguió a su maestro. Con el tiempo se forjó una amistad entre ambos que fue más allá de lo docente. Prueba de ello es la correspondencia que mantuvieron, que siguió durante muchos años desde que dejaron de ser maestro y alumna.

Webenau procedía de una familia de aristócratas. Su padre era un diplomático que trabajaba en la embajada de Austria en el Imperio Otomano, razón por la que la compositora nació en Turquía. En este país pasó sus primeros diez años de vida hasta que la familia regresó a Graz, ciudad de la que procedía. De vuelta en su país de origen, Webenau decidió seguir los pasos de su abuela, con quien se reencontró a su regreso. Julie von Webenau había sido una reconocida compositora y pianista que se había formado con Franz Xaver Wolfgang Mozart.

Wetterfahne, de Vilma Webenau, por Arnheiður Eiríksdóttir y los Johannesgasse Solisten.

Esta ascendencia musical y su origen pudiente ayudaron a que Webenau se abriera paso en los comienzos de su carrera musical. Sin embargo, el legado de su abuela tenía una contraparte: conducía a la joven hacia el mundo de la interpretación. De hecho, la compositora ya había dado algunos recitales de piano cuando se plantó y decidió acudir a Schoenberg para centrarse en la parte de la música por la que más atraída se sentía: la composición. A partir de ese momento solo hay constancia de unos pocos conciertos aislados de Webenau como pianista.

Canciones olvidadas

Los primeros estrenos de obras de Webenau se produjeron en los conciertos que programaban los alumnos de Schoenberg. A diferencia de algunos de sus compañeros, como Alban Berg, la compositora no tuvo mucho reconocimiento en vida. Tras su muerte, su música fue prácticamente olvidada y no ha empezado a recuperarse hasta hace relativamente poco. Son muchos los factores que pudieron contribuir a este desconocimiento: la poca popularidad de la música de la Segunda Escuela de Viena (para el público general), el género de la compositora, la inestabilidad reinante en Europa durante la primera mitad del siglo XX…

Sommerlieder, de Vilma Webenau, por Pforte.

Sea como fuere, Webenau dejó un legado de unas 70 obras —muchas de ellas con el beneplácito de Schoenberg expresado en la correspondencia que mantenían— de distintos géneros: desde óperas, como Don Antonio o Der Fakir hasta pequeñas obras para piano. Como no podía ser de otro modo, en la producción de Webenau encontramos ejemplos de algunas de las formas predilectas de la Segunda Escuela de Viena, como las variaciones o los lieder.

Algo llamativo en Webenau es que sus lieder van más allá de la música vocal. Prueba de ello es Sommerlieder, un ciclo de seis canciones para cuarteto de cuerda. Solo una de ellas está acompañada por un texto, escrito para Sprechstimme o voz hablada. Cada uno de los seis movimientos tiene el nombre de una flor: Rittersporn (delphinium), Roter Mohn (amapola roja), Vergissmeinnicht (nomeolvides), Kornblumen (aciano), Jasmin (jazmín) y Rosen (rosas). La compositora consiguió dar una identidad musical propia a cada flor gracias a texturas, ritmos y atmósferas muy diferenciadas. Cabe destacar que los significados musicales de cada flor van más allá de lo puramente botánico y descriptivo. Por ejemplo, el movimiento correspondiente a la amapola podría corresponderse con una ensoñación inducida por el consumo de opiáceos.


Referencias:

Brunner, A. (2018, 30 de abril). Vilma von Webenau. mdw-Magazin. https://www.mdw.ac.at/magazin/index.php/2018/04/30/vilma-von-webenau/?lang=en

Dehdari, C. (2006). Vilma Weber von Webenau: Die Marienlieder, Sommerlieder für Streichquartett und eine Sprechstimme. Brigham Young University. https://scholarsarchive.byu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1000&context=studentpub_uht

Redacción y edición: S. Fuentes

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