Pedro Iturralde (1929-2020) supo integrar a la perfección la tradición clásica en la que se formó en el jazz que marcó su vida. Como sucediera con George Gershwin, fue un compositor a caballo entre dos mundos. Incapaces de desvincularse del jazz o de la música clásica, tanto Iturralde como Gershwin intentaron hermanar las dos músicas en sus obras. Y lo consiguieron, lograron una unión perfecta.
La música de Iturralde es, en esencia, la historia de su vida. El compositor y saxofonista navarro volcaba sus vivencias en la partitura. Memorias, por ejemplo, era el recuerdo de su gira —o tournée, como a él le gustaba decir— por el norte de África, mientras que la Suite helénica puso en música las impresiones que le dejó la cultura local durante su estancia en Grecia. Las referencias, guiños y préstamos en la música de Iturralde son incontables. Muchos títulos dejan entrever los referentes del músico, como Homenaje a Granados, Recuerdo (o Recordando) a Turina o Like Coltrane, premiada en el Concurso Internacional de Composición de Temas de Jazz de Mónaco en 1972.
Homenajes en forma de danzas
Las danzas fueron formas musicales que aparecieron recurrentemente en la música de Pedro Iturralde. Además de sus dos suites (Suite de jazz y Suite helénica) podemos encontrar ejemplos como el zorcico de El molino y el río o Pequeña czarda, referencias al folclore vasco-navarro y húngaro, respectivamente. No es de extrañar, por tanto, que el compositor escogiera danzas para homenajear a dos de sus referentes: las Danzas españolas de Enrique Granados y las Danzas fantásticas de Joaquín Turina.
Enrique Granados (1867-1916) escribió doce piezas para piano que tituló Danzas españolas. Aunque el compositor ilerdense solo bautizó la cuarta, Villanesca, y la séptima, Valenciana, las distintas ediciones han ido atribuyendo nombres al resto. Para Homenaje a Granados, Iturralde escogió la quinta danza, Andaluza.
La obra de Granados se publicó en cuatro volúmenes. Las danzas tenían distintas dedicatorias. Por ejemplo, la séptima estaba dedicada al compositor ruso César Cui, mientras que la novena estaba dedicada a uno de los maestros que tuvo Granados en París: Charles-Wilfrid de Bériot, hijo de la soprano María Malibrán y, por tanto, nieto del cantante y empresario operístico sevillano Manuel del Pópulo Vicente García.
Para su a Recuerdo a Turina Iturralde escogió la tercera de las Danzas fantásticas: Orgía. Originalmente fue escrita para piano, pero Turina empezó a trabajar en su versión orquestal inmediatamente. La versión orquestal fue, de hecho, la primera en estrenarse, concretamente el 13 de febrero de 1920 en el Teatro Price de Madrid por la Orquesta Filarmónica de esta ciudad. Las danzas —Exaltación, Ensueño y Orgía— están inspiradas por textos de la novela La orgía, de José Más. La tercera danza, concretamente, se enlaza con el siguiente texto:
“El perfume de las flores se confundía con el olor de la manzanilla, y del fondo de las copas estrechas, llenas del vino incomparable, como un incienso, se elevaba la alegría”.
Orgía se suele definir como una farruca andaluza. La danza está repleta de gestos flamencos o aflamencados, algo que encajaba a la perfección con uno de los primeros discos de Iturralde: Flamenco-Jazz, grabado en 1967 junto a Paco de Lucía.
Referencias:
Ayuntamiento de Falces. (Sin fecha). Pedro Iturralde. Consultado el 9 de abril de 2022. https://www.falces.org/pedro-iturralde/
Centre de Documentació Orfeó Catalá. (Sin fecha). Danzas españolas de Enrique Granados. Consultado el 9 de abril de 2022. https://www.cedoc.cat/es/danzas-espa%C3%B1olas-de-enrique-granados_3450
Henri Selmer Paris. (Sin fecha). Pedro Iturralde. Consultado el 9 de abril de 2022. https://www.selmer.fr/en/artist/pedro-iturralde
Joaquín Turina. (Sin fecha). Op. 22 Danzas fantásticas. (1919). Consultado el 9 de abril de 2022. http://joaquinturina.com/op22/
Redacción y edición: S. Fuentes