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Una noche en la ópera

Zariņš: un compositor literario

Hijo de una experimentada cantante —había actuado junto a distintos coros como solista por todo el país— y de un organista y constructor de órganos, el compositor letón Marģeris Zariņš (1910-1993) empezó a empaparse de música desde su niñez. Pese a estas facilidades en el hogar, su educación formal no fue sencilla. Empezó a estudiar piano en el Conservatorio de Riga, pero tuvo que abandonar la institución por las dificultades económicas a las que se enfrentaba su familia. Continuó sus estudios en el Conservatorio de Jelgava, de menor entidad que el de la capital. Zariņš no perdió de vista su objetivo y trabajó como profesor para poder costearse el reingreso en la institución de Riga. Lo consiguió, pero poco después contrajo una enfermedad que le hizo tener que abandonar nuevamente el programa formativo. A partir de entonces, Zariņš se formaría de forma independiente.

Partita en estilo barroco, de Marģeris Zariņš, por Ieva Parša y la Kremerata Baltica.

Quizás gracias a esta autonomía formativa, el compositor letón desarrolló una capacidad camaleónica para adaptarse a distintos estilos y géneros. Quienes le conocieron comparaban esta mutabilidad con la de Stravinski. Zariņš comenzó su carrera centrándose en la música vocal. Fue galardonado por obras para las que él mismo escribía los textos y escribió el que, según algunas fuentes, fue el primer oratorio letón: Los héroes de Valmiera. También firmó cinco óperas, de las cuales cuatro se estrenaron en la Ópera Nacional de Letonia. A partir de la década de 1960, el compositor viró hacia una cierta experimentación, combinando elementos del Renacimiento y el Barroco con armonías y ritmos del jazz y la música pop. A esta época corresponden obras como la Partita en estilo barroco o el Concerto grosso para piano, clave y orquesta de cámara.

Lo más sorprendente es que los virajes de Zariņš no se limitaron al mundo de la música. El compositor también se adentró en el mundo de la literatura hasta alcanzar un estatus similar al que tenía en su disciplina original. En 1969 el autor publicó su primera novela, a la que sucederían otras obras de este tipo, además de varios relatos cortos. Según sus conocidos, los textos de Zariņš eran un reflejo de las anécdotas que acostumbraba a contar: historias cargadas de humor. Existen elementos que conectan la vertiente musical del compositor con su faceta literaria, como el planteamiento de situaciones paradójicas o el uso de un lenguaje colorido y, en ocasiones, peculiar.

Concerto Innocente, de Marģeris Zariņš, por Aigars Reinis y la Kremerata Baltica.

A lo largo de su vida Zariņš ocupó distintos cargos. Fue director musical del Teatro Dailes de Riga de 1940 a 1950. También estuvo al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional de Letonia durante una temporada. Pero, sin duda, el puesto más duradero de cuantos ocupó Zariņš fue el de miembro de la junta de la Unión de Compositores Letones. Lo más curioso es que el compositor nunca se afilió al partido comunista, algo muy inusual en los perfiles que llegaban a estas posiciones políticas. Pese a ello, su fama iba más allá de las fronteras de su país y llegaba hasta Moscú. La Unión de Compositores Soviéticos le envió en varias ocasiones al extranjero gracias a su dominio del alemán y su conocimiento de algunas otras lenguas.


Referencias:

Dziesmotā Latgale. (Sin fecha). Marģeris Zariņš. Consultado el 28 de septiembre de 2024. http://www.old.lcb.lv/dziesmotalatgale/personalijas/74-margeris-zarins/

Grāvītis, O. (2005). Jauneklīgais knariņš – Marģeris Zariņš. Latvijas Vēstnesis. https://www.vestnesis.lv/ta/id/109693

Redacción y edición: S. Fuentes

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