Categorías
Retratos sonoros

Las ensaladas del chef Mateo Flecha

Puede que Mateo Flecha el Viejo (1481-1553) no fuera el mejor chef del Renacimiento, pero sus exitosas ensaladas han conseguido llegar hasta nuestros días. Por si quedaban dudas, hablamos de ensaladas musicales, un género que —al igual que su homónimo culinario— mezcla ingredientes de lo más diverso con un resultado delicioso.

Para estas ensaladas cambiaremos la lechuga y el tomate por distintos géneros, estilos, idiomas y texturas. Entre los elementos usados en esta cocina musical podemos encontrar madrigales, canciones populares, villancicos —no necesariamente con nuestra acepción navideña—, romances, danzas e incluso géneros litúrgicos. Las texturas no se quedan atrás: homofonía, contrapunto, distintos números de voces…

Con este batiburrillo de ingredientes las temáticas eran también bastante flexibles, yendo de lo sacro a lo profano y de lo serio a lo cómico. Y, por si no fuera suficientemente complicado entender de qué trataban estas obras, ni siquiera empleaban un único idioma, sino que recurrían al castellano, catalán, portugués, italiano o latín indistintamente (e incluso de forma simultánea). Para complicar las cosas un poco más —o simplificar, quién sabe— habitualmente se recurría al uso de onomatopeyas.

Dindirindín de la ensalada La bomba de Mateo Flecha el Viejo. Interpretado por el Euskal Barrokensemble.

Pese a lo confuso de estos galimatías, las ensaladas eran el último grito en las fiestas palaciegas del Renacimiento. Los cortesanos y cortesanas disfrutaban enormemente de este entretenimiento, probablemente porque convertía algo cotidiano en una música exótica.

Asuntos de familia

Aunque conocemos ensaladas de otros autores, Mateo Flecha el Viejo es el compositor del que más obras de este tipo conservamos. El músico tarraconense comenzó su carrera como cantante en la Catedral de Lleida, de la que llegó a ser maestro de capilla (director musical). Al servicio de Diego Hurtado de Mendoza, duque del Infantado, se trasladó a Guadalajara. Tras algunos vaivenes por la geografía española, el compositor acabó como maestro de capilla en Sigüenza y, finalmente, en Arévalo. Tras esta agitada vida se unió a la orden cisterciense, orden en la que permaneció hasta su muerte, pocos años después.

Ensalada El fuego de Mateo Flecha el Viejo por The King’s Singers.

Para conocer cómo perduró la obra de este compositor debemos avanzar un poco en su árbol genealógico, concretamente hasta su sobrino: Mateo Flecha el Joven (c.1530-1604). El pequeño de los Flecha estudió con su tío, aunque también amplió su formación con otros grandes maestros de la época, como Antonio de Cabezón. Si la carrera de su tío le había llevado a recorrer España, la de Mateo Flecha el Joven le llevaría por toda Europa. Su primer viaje fuera de la península fue a Roma, donde completó su formación religiosa y entró en contacto con los cambios musicales que se estaban creando tras el Concilio de Trento.

Las andanzas europeas no terminaron con la aventura romana, que acabó con Flecha preso por una deuda con un noble. El compositor había servido a las hijas de Carlos V antes de tomar los hábitos. Por eso, cuando la hija mayor, la infanta María, se casó con el emperador Maximiliano II decidió hacer a Flecha su capellán. En esta nueva etapa el compositor fue admitido en la capilla imperial de Viena.

El capítulo de “Españoles en el mundo” continúa, porque el hijo de Maximiliano II hizo a Flecha abad de la localidad húngara de Tihany. A esta nueva responsabilidad se le añadió la de contratar a cantantes para el coro de la capilla, tarea para la que el compositor regresaba a España. Quizás fueron estos viajes —que le permitieron retomar el contacto con sus raíces— los que dieron lugar a la publicación en Praga de Las ensaladas de Flecha (1581).

Comienzo de "Las ensaladas de Flecha".
Comienzo de «Las ensaladas de Flecha».

Esta colección estaba dividida en seis tomos, aunque actualmente solo se conservan cuatro de ellos. En ella Flecha explicaba cómo su tío había creado el género. Esto es mentira, pero es cierto que Mateo Flecha el Viejo perfeccionó y popularizó las ensaladas. La colección contenía 14 piezas: La trulla de Bartomeu Càrceres, El molino de F. Chacón, El bon jorn y La lucha de Pere Alberch Vila, La feria y Las cañas de Mateo Flecha el Joven y El fuego, El jubílate, La bomba, La guerra, La justa, La negrina, La viuda, Las cañas y Los chistes de Mateo Flecha el Viejo.


Referencias:

Biblioteca Nacional de España (2015, 6 de febrero). Mateo Flecha el Viejo (1481-1553). http://blog.bne.es/recursosmusica/2015/02/06/982/

Centre de Documentació de l’Orfeó Catalá (Sin fecha). Las Ensaladas de Mateo Fletxa. Consultado el 16 de octubre de 2020. https://www.cedoc.cat/es/las-ensaladas-de-mateo-fletxa_3536

Gómez, M. (Sin fecha). Ensalada (Sp.: ‘salad’). Grove Music Online. Consultado el 16 de octubre de 2020. https://doi.org/10.1093/gmo/9781561592630.article.08851

Redacción y edición: S. Fuentes

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s