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Retratos sonoros

Auspitz-Kolár, la promesa checa

En 1849 el compositor checo Bedřich Smetana se casó con Kateřina Kolářová, a quien había conocido cuando ambos eran niños. La joven pianista consiguió que el compositor diera lecciones de piano a una de sus primas, casi dos décadas menor que ella. Se trataba de Auguste Auspitz-Kolár (1844-1878). La niña era hija de una cantante y un dramaturgo, por lo que no era ajena al mundo cultural. Tras estos comienzos con tal eminencia del nacionalismo checo, Auspitz-Kolár pasó a una educación reglada en el instituto de educación musical dirigido por Joseph Proksch en Praga, su ciudad natal. Proksch era, sin duda, uno de los maestros más importantes de la región y había formado anteriormente tanto a Smetana como a Kolářová.

La formación de Auspitz-Kolár se completó en París, ciudad a la que viajó junto a su madre. Allí estudió bajo la dirección de Wilhelmine Clauss-Szarvady. Esta pianista y maestra, pese a estar afincada en Francia, también era de origen checo. Entre sus credenciales se encontraban dos obras dedicadas por Liszt para apoyarla en su carrera cuando Clauss-Szarvady apenas tenía 16 años. Tras esta etapa de perfeccionamiento parisina, el regreso de Auspitz-Kolár a Praga fue completamente triunfal. La crítica ensalzó su talento como pianista y calificó sus primeras composiciones de ingeniosas y prometedoras. Pese a esta buena acogida, la autora se centró en su carrera como intérprete y, aunque llegó a publicar algunas de estas obras tempranas, no profundizó en su faceta de autora.

Trío con piano op.22, de Władysław Żeleński, dedicado a Auguste Auspitz-Kolár. Interpretado por el Trio Fortepiano.

Auspitz-Kolár decidió abandonar su ciudad natal para establecerse en Viena. En la capital austriaca se convirtió en una habitual de las veladas organizadas por el Cuarteto Hellmesberger. Además de junto a esta agrupación, la pianista tocó como solista con la Filarmónica de Viena, abarcando un gran repertorio que incluía a autores como Beethoven, Mozart o Schumann. Auspitz-Kolár se atrevió incluso con música de Bach —concretamente, el Concierto en re menor BWV 1052—, que según los absurdos roles de género de la época y de forma completamente arbitraria se consideraba ajena al repertorio propio de las intérpretes mujeres. Además de tocar en Viena, durante esta época Auspitz-Kolár actuó como pianista en numerosas ciudades europeas, incluyendo Brno, Múnich, Colonia, París, Praga, Pest y Londres. De estos viajes se conservan reseñas muy favorables por parte de la crítica.

En 1868 la compositora y pianista se casó con el dermatólogo Heinrich Auspitz, adaptando su nombre (hasta entonces había sido simplemente Auguste Kolár o Kolářová). A diferencia de otras intérpretes de la época, su actividad sobre los escenarios no se interrumpió con el matrimonio. De hecho, a esta etapa pertenecen eventos tan importantes como las dos veladas que protagonizó como solista durante la Exposición Universal de Viena de 1873. Aunque el matrimonio no supuso un obstáculo para su carrera, no ocurrió lo mismo con la maternidad. Auspitz-Kolár se retiró de los escenarios en 1874, ante el nacimiento de su hijo Hans a comienzos del año siguiente. Quizás ese parón habría sido el momento idóneo de retomar su faceta de compositora, tan prometedora en sus orígenes. Desgraciadamente, la pianista murió en 1878, pocas semanas antes de que también falleciera su hijo.


Referencias:

Hoffmann, F. (2012). Auspitz-Kolár, Auguste. Sophie Drinker Institut. https://www.sophie-drinker-institut.de/auspitz-kolar-auguste

Österreichisches Biographisches Lexikon. (2018, 14 de diciembre). Auspitz-Kolár, Auguste (Augusta); geb. Kolárová. https://www.biographien.ac.at/oebl/oebl_A/Auspitz-Kolar_Auguste_1843_1878.xml

The New York Public Library. (Sin fecha). Auguste Kolar papers. Consultado el 6 de enero de 2024. https://archives.nypl.org/mus/20008

Redacción y edición: S. Fuentes

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