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Notas al programa

Oliveros y la conciencia sonora

Los años 60 del siglo XX trajeron consigo una época convulsa en Estados Unidos. El orden establecido tras la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial veía cómo se tambaleaban sus cimientos con, por ejemplo, el asesinato de Kennedy o las protestas contra la guerra de Vietnam. Para la compositora Pauline Oliveros (1932-2016) a esta inestabilidad social se sumaron algunos cambios personales. Durante esa época abandonó San Francisco —donde había cofundado el San Francisco Tape Music Center, colectivo a la vanguardia de la música electrónica— para dirigirse a San Diego, en cuya universidad había conseguido un trabajo. Esta inestabilidad hizo que la compositora y acordeonista empezara poco a poco a aislarse y a dejar de participar en conciertos.

I of IV, de Pauline Oliveros.

Aunque cesaron sus apariciones públicas, Oliveros siguió tocando su acordeón. Durante casi un año estuvo cantando y tocando largos drones sobre la nota la. Descubrió que esta práctica le ayudaba mucho a relajarse y centrar tanto su cuerpo como su mente. Era una forma de abstraerse del mundo hostil que veía en los noticiarios. A lo largo de este año, Oliveros también empezó a practicar taichí. Observó que esta disciplina podía combinarse con su música, por lo que, junto a su maestro, reunió a un grupo de condiscípulos para improvisar movimientos sobre sus obras. También estudió con Elaine Summers, una coreógrafa que estaba desarrollando lo que denominaba Kinetic Awareness (conciencia cinética).

Las técnicas impulsadas por Summers buscaban tomar conciencia de los movimientos del cuerpo. Apuntaba a distintos convencionalismos sociales, como la forma de andar, y cómo estos llevaban a las personas a autoimponerse determinadas restricciones que desembocaban en cambios duraderos en el cuerpo. Una vez finalizados sus estudios sobre conciencia cinética, Oliveros regresó a San Diego, donde combinó sus planteamientos musicales con los conceptos absorbidos del taichí y de Summers. Aunque empezó estas prácticas de forma individual, con el tiempo reunió a un pequeño grupo de mujeres con el que compartir su experimentación, que pasaría a autodenominarse el ♀ Ensemble. Este colectivo se alineó rápidamente con la segunda ola feminista, que entonces se encontraba en pleno apogeo.

Sonic Meditation I (Enséñate a volar), de Pauline Oliveros, por el Late Music Ensemble.

Con el tiempo, Oliveros fue preparando programas para los encuentros del ♀ Ensemble, que incluían desde meditación y ejercicios de respiración hasta “enseñarse a volar tanto tiempo como sea posible”. Estos programas acabarían convirtiéndose en una obra de partituras textuales: Sonic Meditations. Se trataba de un conjunto de 25 piezas que aunaban elementos sonoros y reflexiones sobre el sonido con las prácticas de autoconocimiento exploradas por la compositora. La obra fue publicada en 1971 en un número de la revista Source. Oliveros introdujo su creación con un texto en tercera persona en el que reivindicaba su identidad como mujer lesbiana, intentando proporcionar a través de su obra una herramienta de autoconocimiento para cualquier minoría.


Referencias:

IRCAM. (2018, 23 de enero). Pauline Oliveros. https://brahms.ircam.fr/en/pauline-oliveros

O’Brien, K. (2016, 9 de diciembre). Listening as Activism: The “Sonic Meditations” of Pauline Oliveros. The New Yorker. https://www.newyorker.com/culture/culture-desk/listening-as-activism-the-sonic-meditations-of-pauline-oliveros

The Rubin. (2017, 22 de noviembre). A Legacy of Sound: Sonic Meditations by Pauline Oliveros. https://rubinmuseum.org/pauline-oliveros-deep-listening-sound-meditations/

Redacción y edición: S. Fuentes

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