Mucho tiempo antes de conocer a Robert Schumann, Clara Wieck (1819-1896) ya era todo un prodigio. Hija de un profesor de piano y una cantante —Friedrich Wieck y Mariane Tromlitz—, desde una edad muy temprana recibió lecciones de sus progenitores. Esta formación fue rápidamente copada por el padre, ya que el matrimonio se divorció cuando Clara Wieck apenas tenía cinco años. La madre se volvió a casar y acabó por mudarse a Berlín, dejando a Friedrich vía libre para marcar el camino que su hija habría de seguir. El tiránico progenitor sometió a la niña a una formación muy dura, pero fructífera. En 1828, con tan solo nueve años, Clara Wieck se estrenó oficialmente como intérprete con un concierto en la Gewandhaus de Leipzig.
Además de ser una pianista virtuosa, Wieck se adentró en el mundo de la composición. Como parte de esta formación paralela, comenzó a estudiar orquestación a los trece años. Esta nueva etapa también fue muy productiva y, tras escribir una obertura orquestal (cuya partitura se ha perdido), la joven se propuso escribir una pieza de concierto para su instrumento. El proyecto fue creciendo en dimensiones y lo que debía ser una simple pieza acabó convirtiéndose en el Concierto para piano en la menor. Fue en esta época cuando Robert Schumann llegó a la casa de los Wieck con la intención de formarse con Friedrich, quien ya le había dado clases anteriormente. Siendo ambos alumnos del padre de Clara, Robert ayudó a la joven a orquestar su pieza, que pasaría a ser el tercer movimiento del Concierto.
Algunas fuentes utilizan esta ayuda de Schumann a Wieck como argumento para desacreditar a la compositora. Lo cierto es que la autora editó y reescribió el movimiento en las últimas fases de la creación del concierto. El proceso compositivo se extendió durante varios años. Tras la primera versión de la pieza de concierto, Wieck escribió y orquestó —sin ayuda— el primer y segundo movimiento del Concierto para piano. Después revisó el material que ya tenía, el tercer movimiento, para integrarlo en el conjunto. La cohesión resultante da cuenta de la completa autoría de Clara Wieck. El Concierto se estrenó el 9 de noviembre de 1835 con la Orquesta de la Gewandhaus dirigida por Felix Mendelssohn y con la compositora como solista.
Dada la corta edad a la que lo compuso, el Concierto para piano de Clara Wieck llegó en una etapa muy temprana del Romanticismo musical. Muchos de los grandes compositores de la época aún estaban formándose o no habían llegado al estatus que acabarían alcanzando, como ocurría con el que sería el marido de Wieck, Robert Schumann. La compositora, muy estricta en cuanto a la adopción de los cánones estilísticos, no tenía muchas obras de referencia a seguir, aunque cabría destacar en el catálogo disponible los primeros conciertos de Chopin y Mendelssohn. Gracias a la cronología, fue, precisamente, el Concierto para piano de Wieck el que se convertiría en una influencia y una obra de referencia para figuras tan destacas del Romanticismo como su marido o su amigo Johannes Brahms.
Referencias:
Fritz, S. (2021, 25 de agosto). Clara Schumann’s Piano Concerto in A minor. The Clara Schumann Channel. https://clara-schumann-channel.com/2021/08/25/clara-schumanns-piano-concerto-in-a-minor/
Robinson, H. (Sin fecha). Piano Concerto in A minor, Op. 7. Hollywood Bowl. Consultado el 20 de enero de 2024. https://www.hollywoodbowl.com/musicdb/pieces/5935/piano-concerto-in-a-minor-op-7
Runyan, W. E. (Sin fecha). Piano Concerto in A Minor, Op. 7. Fort Collins Symphony. Consultado el 20 de enero de 2024. https://fcsymphony.org/program-notes/clara-schumann-piano-concerto/
Taylor, B. (2021). Clara Wieck’s A Minor Piano Concerto: Formal innovation and the problem of parametric disconnect in early Romantic Music. Music Theory and Analysis, 8(2), 215-243. https://doi.org/10.11116/MTA.8.2.1
Redacción y edición: S. Fuentes
