Después de jubilarse de un trabajo de oficina, Minna Keal (1909-1999) decidió retomar sus estudios de música. Casi medio siglo antes había empezado a formarse en la Royal Academy of Music, aunque tuvo que abandonarla para ayudar a su familia en la librería y pequeña editorial que regentaban. Esta no había sido la primera opción de Keal, que aspiraba a ingresar en la universidad para estudiar idiomas, pero el fallecimiento de su padre se interpuso en sus aspiraciones lingüísticas y, poco después, musicales. La jubilación le dio la oportunidad de resarcirse, consiguiendo un diploma como licenciada de la Royal Academy of Music que le permitía ejercer como profesora.
Keal empezó a dar lecciones de piano a algunos estudiantes. En 1973 el compositor Justin Connolly visitó la casa de la jubilada británica para examinar a uno de sus alumnos. Al charlar con ella, quedó intrigado por su particular historia y decidió buscar en el archivo de la Royal Academy las obras que Keal había creado durante su primera etapa formativa. Lo que encontró impresionó a Connolly, que no dudó en contactar con ella para pedirle que retomara la composición. Y eso fue lo que Keal hizo, aprovechando que su hijo, el historiador marxista Raphael Samuel, le regaló en esas navidades unas lecciones con el propio Connolly. Más tarde también estudiaría con Oliver Knussen.
La primera obra de madurez de Keal fue Lament, que continuaba su estilo exactamente donde lo dejó décadas atrás. Esta experiencia despertó un enorme impulso creativo en la compositora septuagenaria, que rápidamente se empapó de influencias musicales cada vez más modernas, a la par que abordaba obras de creciente envergadura. Escribió un cuarteto de cuerda y un quinteto de viento antes de llegar a su creación de mayores dimensiones: su Sinfonía en cuatro movimientos, un proyecto que le llevó cinco años completar. La Sinfonía de Keal fue programada en los Proms de la BBC en 1989, logrando una unánime ovación para su ya octogenaria autora. En los ensayos los intérpretes quedaban asombrados de que aquella fuera la primera obra sinfónica de Keal.
Quienes conocieron a Minna Keal afirmaban que la plenitud de su música era reflejo de la plenitud e intensidad que había tenido su vida. Tras abandonar la Royal Academy en 1929 se casó con un abogado, el padre de Raphael Samuel. Juntos se involucraron en causas sociales. Este interés llevó al matrimonio a un activismo en la izquierda política que acabó vinculando a Keal al Partido Comunista. Cuando su marido fue llamado a filas en la Segunda Guerra Mundial, el matrimonio se separó y la familia del abogado la desheredó, por lo que Keal pasó a criar a su hijo en solitario, con las dificultades económicas que esto conllevó.
Referencias:
Hogstad, E. E. (2025, 10 de septiembre). Why It’s Never Too Late to Return to Music: The Story of Composer Minna Keal. Interlude. https://interlude.hk/why-its-never-too-late-to-return-to-music-the-story-of-composer-minna-keal/
Light, A. (1999, 24 de noviembre). Minna Keal. The Guardian. https://www.theguardian.com/news/1999/nov/24/guardianobituaries1
Redacción y edición: S. Fuentes
