Entre los compositores moldavos del siglo XX destaca una figura especialmente prolífica: Zlata Tkach (1928-2006). El catálogo de la autora abarca más de 800 obras de muy distintos géneros y formatos. La producción de Tkach comprende desde obras infantiles y música de cámara hasta grandes composiciones sinfónicas, además de bastante música escénica. De hecho, Tkach conquistó los teatros de ópera tanto de su país como de otras repúblicas soviéticas, gracias a obras como la ópera infantil La cabra con tres niños. También publicó muchas de sus composiciones fuera de la órbita rusa, en países como Reino Unido, Alemania, Estados Unidos o Canadá. Que las óperas de Tkach triunfaran entre las repúblicas soviéticas no fue casualidad. La complicada vida de la autora le llevó a pasar por muchos de estos países, despertando un considerable interés y afinidad por sus músicas y sus compositores.
Tkach nació en una familia judía de Lozova, en Besarabia (hoy en día perteneciente casi en su totalidad a Moldavia, con algunas regiones parte de Ucrania y Rumanía). Empezó a estudiar violín con su padre, pero su infancia se vio súbitamente interrumpida por la Segunda Guerra Mundial. Primero la región fue anexionada por Rusia, algo que según la propia compositora no afectó mucho a su vida. Sin embargo, bajo esta ocupación Besarabia se convirtió en uno de los objetivos del ejército nazi en su invasión de la Unión Soviética. El padre de la compositora fue llamado a filas y ella huyó junto a su madre y su abuela.
Las tres mujeres se desplazaron hacia Majachkalá (en Daguestán, actual Rusia), pero en el caos del periplo Tkach fue separada del resto. La compositora, que por entonces tenía solo 13 años se desvió casi 600 km. de su destino original, llegando a la ciudad turkmena de Krasnovodsk (actual Turkmenbashi). Finalmente, Tkach acabó en un orfanato de Namangán, en Uzbekistán. Gracias a que sabía tocar el piano y el violín, la niña entró a formar parte de la pequeña orquesta del orfanato. A través de la directora del centro, consiguió reunirse con su madre y abuela, que se trasladaron junto a ella a la ciudad uzbeka. Tiempo después, su padre fue considerado no apto para el servicio y también viajó hasta Namangán.
Ya reunida, la familia regresó a Moldavia, que había sido liberada por el ejército soviético. Se instalaron en Kishinev (Chisináu), la capital. Tkach continuó sus estudios y accedió a la Universidad, donde comenzó a estudiar matemáticas y física. También fue admitida en el Conservatorio y ante la imposibilidad de compaginar ambos estudios, decidió apostar de pleno por la educación musical. Se graduó de musicología en 1952 y de composición en 1962. Durante toda su vida profesional Tkach combinó la docencia con la composición, logrando labrarse una gran reputación como autora. Gracias a esta fama, el literato Emilian Bukov le ofreció escribir un ballet para su cuento Andriyash. La obra se estrenó en Samarcanda (Uzbekistán). La compositora grabó este estreno y de vuelta a su país se lo enseñó al director de la Ópera de Chisináu, que rápidamente accedió a representar el ballet en su institución.
Referencias:
Fomina, N. (2004). Zlata Tkach. Centropa. https://www.centropa.org/en/biography/zlata-tkach
Timofeev, A., Tkach, L. y Timofeev, V. (Sin fecha). About Zlata Tkach. Zlata Tkach, composer. Consultado el 18 de noviembre de 2023. https://zlatatkach.org/index.php/about/bio
Redacción y edición: S. Fuentes
